LOS NORMALES - 17. Yo quiero pasar de ESTO a coger en un segundo







20 de julio. 

Sueño. 

Estamos en una fiesta. Entro a un salón lleno de gente y veo a Humberto sin su novia ni su hijo. Queremos ir a coger pero no encontramos lugar. Caminamos por toda la fiesta y entramos en distintos salones en los que hay gente bailando, gente sentada, gente charlando.

Finalmente encontramos lugar y cuando vamos a chaparnos a lo bestia, de golpe ahí ya no se puede coger. Pasamos 10 minutos así. Miro la hora en el celular y son las 19:50. Es el cumple de mi madre y deben estar todos esperándome. No me importa porque seguimos buscando lugar para coger.

De repente nos cruzamos con una chica igual a Christina de Greys Anatomy y Humberto la saluda haciéndose el seductor. Es obvio que cogen. No le quiero hacer ningún planteo pero de la nada le digo: “Che yo me voy”. Agarro un saco que hay en una silla y encaro para irme. Humberto viene a buscarme y me dice: “Pará boluda dale, pará”, pero muy serio y como fastidiado de mi arranque. Es obvio que no hay lugar para mi reclamo. La Sandra Oh viene de nuevo y lo agarra de la mano.

“Dale boludo vení vamos” le dice y yo le digo:“¿Me lo dejás un minuto?”

Le quiero ganar a la conchuda esta. 

Lo meto en un cuarto. Él sigue con mala onda y yo quiero pasar de ESTO a coger en un segundo, pero no sé cómo manejar el timing de que recién le hice un escándalo. 

Ya fue, no quiero reclamar nada más, quiero coger.

“Che no sé, cualquiera, disimulá mejor” 

Mira para abajo, como si estuviera arrepentido y me despierto.


Ay dios mío necesito verlo ya, hoy mismo.

Hago cuentas. Lo vi hace cinco días. No se puede, no hace ni una semana.

NO NECESITO VERLO.

Le stalkeo el instagram a la mujer y veo que está un spa de un hotel, en Pilar. En la foto tiene al bebé a upa. El texto de la foto dice “TE AMO MI GORDI” con el hashtag #JUNTOSALAPAR y está arrobado Humberto.

En los comentarios de la foto hay un emoji de corazón que le puso él.

Scrolleo y miro más fotos: ella en la pileta con el hijo, ella con las amigas, todos los bebés acostados en una lona en el pasto. 

Descargo las fotos y las guardo en la carpeta HUMBERTO. 

Si alguien me roba el celular y ve esto va a pensar que soy una enferma. SOY UNA ENFERMA, pero digo, soy inofensiva. No voy a hacer nada con esas fotos, solo las colecciono.

Tengo que subirlas al drive y borrarlas del teléfono.


Le escribo a Vero: “Boluda. ¿Te parece MUCHO si le digo a Humberto que nos veamos? Nos vimos hace 5 días”

Apenas lo mando lo borro y escribo en el chat de las chicas a ver si me hablan y me distraigo.

Tiro emoji de copa de vino, un aplauso y una pizza.

Sole pone: “DALEEE CENEMOS HOY” 

Vero dice: “Palermo 22:00 hs”

Digo “Daleeee”


Se que no me conviene verlo, se que me conviene calmarme pero salgo del baño y le mando un mensaje cortito, total nuestras mentes se comunican.


“Ey” 

Me cambio y me vibra el celular.

Humberto: “¿Cómo va?”

“Bien. ¿Qué onda hoy tipo 9?”


Son las ocho y media, y estoy segura de que me va a contestar mientras esté yendo a la cena. 

Estoy re tranquila. Me va a decir que sí.

Seguro no me respondió aún porque está en una reunión. 

Me va a responder.  

Salvo que esté cogiendo con alguien, claro.

Igual, mientras quiera coger conmigo no me importa que esté cogiendo con otras. Lo que no soporto es la idea de que me reemplace. 

Si agrega minas a su vida no pasa nada. 


Bueno sí. PASA. Las mato a todas y lo mato a él, pero no pasa nada en el fondo. 

Lo que no quiero es que deje de tener ganas de coger conmigo por estar cogiendo con esas hijas de puta.


Son las 9 y media. 

Salgo y me vibra el bolsillo. 

Humberto: “Me libero a las 23”

Ya fue, termino de cenar y salgo corriendo.

“Oki, puedo tipo medianoche”

“Ok te aviso cuando ya estén para verse” 

¿ESTÉN PARA VERSE? ¿De qué habla? 

¿Está disimulando? 

Pero si la novia está en Pilar y no está ahí con él ¿a quién le disimula?

¡¡¡Tiene otra amante!!! Es obvio. 

Cuarenta y tres amantes debe tener.


Llego a Palermo. 

Pedimos, comemos y 23:45 me escribe: 

“Todo bien pero tardo unos minutos más” 

GRACIAS DIOS.

“Relax. Estoy cenando con amigos, podría ir mucho más tarde o relax y lo dejamos para otro día”

Sobreactúo tanto el tono de tranquilidad que pongo dos veces RELAX.


“Está ok. Yo tengo todo bien avanzado puedo mostrarte algo a ver qué te parece”

El pito mostrame.

¿A quién carajo le está disimulando? ¿A tu amante número 43 que te está revisando el teléfono? 


Se hacen las 00:11 y me llega mensaje.

“¿Y media ok?”

Que espere. Siempre soy yo la que espera: “Se atrasó ¿tipo 1 es muy tarde para vos?”

Me responde al toque: “Sí, ok, a la 1 está bien”


A la 1 en punto me escribe “Voy en camino, te aviso cuando llego ¿vos estás cerca?”

“Dale, estoy cerca”


Las chicas quieren ir para el lado de ese boliche del orto al que les gusta ir, pero les digo que me pegó medio mal el vino, que me voy ya a casa.

Todo mentira.


En el taxi estoy ya en clima sexual. 

Hoy necesito llegar. Por favor Dios, haceme acabar.

¿Da masturbarme acá en el taxi así voy adelantando y me aseguro el orgasmo? 

Miro por el espejo la cara del tipo y me da miedo que me vea y me viole. 

Mejor no hago nada.


Llego a las 2. Toco timbre y justo salen 4 pibes.

Humberto me dice “Bajo” desde el portero pero les hago carita de ‘¿Porfi puedo entrar?’ a los pibes y le grito a Humberto por el portero: “Subo”


Abre la puerta.

“¿Estás solo?” 

“Sí, obvio”

Está todo de negro. 

Se tira en el sillón. Está la radio puesta. Se lo nota cansado. ¿Estará cogiendo mucho?

Quiero ser la única en su vida pero si fuera la única en su vida, no sabría qué hacer con eso, porque no lo soporto.

Me quiero tirar encima pero no puedo avanzar, así que me siento al lado suyo y él como siempre, me hace el ademán de “VENI” con la mano.

Voy. Me tiro encima, me refriega el cuerpo un poco sin darnos besos ni nada y se levanta el pulover. Le levanto la remera y le doy besos en la panza.

Siento que hoy es el día en que destrabo el trauma.

Chapamos.

De repente me dice “¿Apagaste el teléfono?”

Le digo “No, no, ¿por?”

“No, no, qué sé yo, por nada” 

“No, pero no pasa nada”

“Bueno ¿pero tenés el gps prendido?”

“No boludo, tranqui”

El nivel de paranoia que maneja es para tratamiento psiquiátrico ¿Qué piensa que el celular tiene vida propia y solo sin que nadie lo agarre, va a sacar una foto y la va a publicar en instagram y que si encima tuviera el gps activado, en el instagram saldría esta dirección? ¿Y además, quién me vería esta foto sacada por este celular con vida propia?

¿De quién se quiere cuidar este forro? ¿De su mujer o de su amante principal?

O sea no soy su amante principal, es obvio que tiene otra más importante que lo caga a pedos más que su mujer.


Cogemos de 3 ó 4 maneras bastante porno.


Me agito y me da miedo así que corto todo y le digo “Pará, necesito relajarme un poco”

Me agarra de la cadera, me cambia de posición y seguimos cogiendo.

Siento que estoy por llegar pero como me pongo a pensar en llegar y me esfuerzo por llegar, se me empieza a alejar el orgasmo. 

La rutina que hace mi cerebro siempre: cagarme la vida.


Humberto acaba y a mí me da bronca.

”¡Boludo qué mierda! quiero acabar”

“Bueno boluda, ya está, a esta altura es una marca registrada”

¿Qué estupidez está diciendo? UNA MARCA REGISTRADA.

Le digo “QUÉ HORROR”

“Bueno relajá”

No sé si me insiste que relaje para que yo no me haga la cabeza o porque le chupa un huevo si yo llego o no llego.

Le chupa un huevo, no sé por qué dudo.

Se para y me dice “Sabés que es re común que si a un pibe le gusta MUCHO una mina no se le pare” Se dio cuenta de que él me gusta mucho. Y que por eso no se me para. 

Yo no tengo pito y para el caso al que a veces no se le para es a él.

¡¿Qué me está queriendo decir?!

“Si si ya sé boludo pero no es eso, no se qué es”

“Y bueno, claro”

Hacemos esto de hablar y en realidad no hablar. 

¿No podemos ser más normales y que la conversación fluya?


Se va a la cocina y cierra la puerta.

No entiendo qué es lo que fue a hacer. ¿Fue a tomar algo? ¿Se droga? ¿Fue a llamar a alguien? No lo entiendo. ¿Por qué desaparece así?

Me visto. Me tiro en el sillón y sigo caliente.

Que se vaya a cagar. Esto no puede terminar así. 

Me toco un poco pero a las apuradas así termino antes de que salga de la cocina. 

Dale boluda apurate, dale que va a venir. Acabá boluda, no seas pelotuda. DALE en que en cualquier momento vuelve. 

Estoy cansada, no puedo respirar.

Me doy por vencida y me quedo acostada boca abajo en el sillón. Desarmada. 

Humberto vuelve, se me acerca y siento que me quiere acariciar.

Siempre que se me acerca siento que me quiere acariciar pero que no se anima.

No entiendo cómo puedo flashear con que no se anime si acabamos de coger, pero siento algo en el aire como que no puede vencer la barrera del cariño.

Tengo la teoría de que la gente que no puede ser cariñosa es porque su madre fue fría, exigente y jodida. Estoy segura de que este es el caso.

Re debe haber tenido una madre fría que no supo contenerlo, entonces estoy acá tirada tratando de acabar y él en vez de venir y acercarse como una persona normal se queda parado a un metro de distancia.

“Ey ¿estás bien?” 

“Sisi” le digo y me sonrío “Qué mierda boludo, re quiero acabar”

“Bueno boluda, relajá, ya vas a acabar”

“¿Qué estabas haciendo en la cocina?”

“Nada, comí un poco de queso”

“Ay boludo que egoísta ¡convidá!”

“¡Ahhh no me di cuenta! pero pará ¿no cenaste con tus amigas?”

“Sí pero comí re poco porque sabía que íbamos a coger”

“Qué deportista” 

“¿Querés que te acerque hasta algún punto?”

Me quiero quedar acá con vos.

Yo sé que si tengo un poco de ‘amor’ con él, acabo. No amor-amor pero la ficción esa del cariño en el sexo. No mucho porque me daría pavor.

No no me daría pavor ni en pedo, pero no sabría qué hacer y seguro la pudriría. 

Pero este pibe es el hombre de hielo. 

¿Tendrá miedo de que me enganche?

No me voy a enganchar boludo, no ves que somos el agua y el aceite.

“Che yo tengo un problema, tengo que pasar por un cajero porque me quedé sin efectivo”

“Yo te doy” me dice y me da unos billetes. 

Los agarro y le quiero pedir más. Me gusta que me de plata aunque sea poca. Esto es re simbólico.

Salimos y somos como amigos que tienen una conversación común y corriente sobre trabajo.

Llegamos al punto de la ciudad de la otra vez.

“Te paro un taxi”

“No, no, odio tomarme un taxi en la calle” 

Quiero que me lleve a mi casa.

“Dale boluda yo te lo gestiono”

Quiere que me vaya ya, pero no sé irme sola y tener un poco de dignidad. 

No puedo dejar de estar acá pegada al lado suyo. 

Frena el auto para que me baje.

“Dale boludo jamás te pido que me lleves, me da miedo tomarme un taxi sola a esta hora ¿no me llevas?” 

A R R A S T R A D A.

Dijiste que no te ibas a arrastrar nunca con él. ¡No! No dije eso.

“Pero boluda te juro que no puedo ¡perdón! me están esperando, estaba en un CUMPLEAÑOS FAMILIAR, tengo que volver, vine porque me dijiste”

¿Estaba en un cumpleaños de quién? ¡Daaaale Humberto ese nivel de mitomanía!

O sea, estaba en un cumpleaños y ¿Se fue para coger conmigo y ahora vuelve a la reunión familiar? No te creo querido.

Estaba cogiendo con otra. Con otras. Y capaz mi mensaje lo distrajo. Y como evidentemente es un tipo que piensa que hay que aprovechar toda situación para garchar, me respondió. ES RE ASÍ.


Pone balizas, se baja, frena un taxi, me bajo, me agarra los brazos, me aprieta un poco, me  saluda con un beso en el cachete y me dice “Chau querida”