Día 7. Domingo
Me despierta maiboi y me dice “¿Vamos
a la terraza a tomar café?”
Algo soñé pero no me acuerdo. Algo
bueno.
Me viene el recuerdo de ayer y me
parece todo una boludez.
Mi hermana hizo otro show de los
15mil que hizo. No entiendo cómo caí.
Qué boluda lo debería haber dejado
pasar. No leer nada.
La curiosidad mató al gato, boluda.
Abro watsapp y mando mensajes a todos
los grupos a los que les hablé 40mil horas de mi hermana.
Que le puse perspectiva al tema. Que
es más de lo mismo.
Igual acá el tema es otro.
Me victimicé. Es clarísimo.
No se la argumentación de esto pero
algo con respecto a vivir la situación como si yo fuera la víctima debe haberse
activado.
Hago café, sandwichitos de tomate y aceituna y subimos.
Abro el teléfono porque maiboi quiere
buscar reposeras en mercadolibre y entra un mensaje del Puma: “Es muy
deprimente esto. Es tiempo de morir”
Pasamos un rato merendando en la
terraza y me da miedo que la gata se lastime o se tire y se mate. LA MATO.
Si hubiera sido madre hubiera sido
fagocitadora. Castradora.
Fabricadora de hijas locas.
Como mi madre jiji.
Vemos noticias.
No sé cuántos entraron a robar en no
sé dónde.
Maiboi dice “¿Mirá si empiezan a
robar en todos lados y entran en los departamentos?”
“Bueno, si pasa eso deberíamos tener
un protocolo de qué hacer”
Igual bajo línea sobre que no va a
pasar nada y que estamos siendo víctimas de la incertidumbre.
Pero planteo una organización de
tareas ante posible fin del mundo:
“Tu tarea es agarrar a la gata. Yo
voy a ser la Diana de la situación. Vos agarrás la gata y la metes en tu
mochila. Yo agarro el lysoform y el encendedor. Uy lo perdimos. Bueno mañana
compramos uno. Y salimos corriendo. Pará ¿y la gata qué va a comer? No, es así.
Primero hay que guardar YA HAGAMOSLO HOY una lata de atún y un paquete de arroz.
Vos metés a la gata ahí y no pará: atún, arroz y el cargador. Metés la gata ahí
y”
“Yo agarro el cuchillo”
“No pipi el cuchillo no porque te vas
a cortar”
“No ¿cómo me voy a cortar?”
“No pará: atún, arroz, el cargador,
el cuchillo CON LA FUNDA y vendas para usar el cuchillo. Primero te vendás y
después agarrás el cuchillo. Bueno con eso en la mochila salimos. Yo tiro
lysoform y enciendo el encendedor y cuando le queme la cara al tipo le pego un
rodillazo. Tengo que practicar el movimiento. Ahí salimos corriendo. Hay que
pensar para donde. Para Santa Fe, por Callao no, por Riobamba.”
“Igual seguro que lo primero que van
a atacar va a ser Recoleta”
“Bueno pero no podemos ir para el Sur
porque no conozco. Para mí el camino es: Por Riobamba hasta Santa Fe. Santa Fe
derecho hasta Juan B Justo y Juan B Justo derecho. Después vemos”
No chequeo número de contagiados.
Me paso el día dibujando Roommates y
no me siento productiva ni improductiva porque hago pero no todo lo que quiero
hacer.
Igual en este nuevo orden del mundo
la productividad es lo que menos importa.
Me voy a dormir a las 7 de la mañana
y toso 4 veces.
Maiboi se despierta y me abraza.
“¿Mi amor estás bien?”
Toso siempre así.
“Toso siempre así”
“¿Pero te sentís bien?”
Ay me siento mal.
Hago fuerza para no toser porque si
toso se preocupa y si se preocupa me preocupo.
Ay me entró el virus por la pizza que
pedimos.
¿Cómo sé que el cocinero no estornudó
en su mano y luego con esa mano amasó la pizza y llenó de virus todo?”
Tengo A24 de fondo y dicen “Qué hacer
con la ropa cuando entramos a casa”
LA PUTA MADRE NUNCA HAGO NADA CON LA
ROPA CUANDO ENTRO A CASA.
Ay basta basta boluda basta. Son los
nervios.
Es la incertidumbre no es la tos.
Es que no sabés qué va a pasar
mañana, no que escuchaste la palabra RESPIRADOR y AHOGO 400 veces en el día”
Apago A24 y logro dormirme