Día 22. Lunes.
Hoy le tengo miedo al virus.
Me desperté congestionada. Bah con
los ojos llorosos y pienso de nuevo en la posibilidad de terminar con un
respirador en La Rural entre viejos escupiendo sangre.
Dibujo Roommates y sigo sin mirar noticias.
Son las 11 de la mañana y cuando
vuelvo a mirar son las 4 de la tarde.
El tiempo es menos lineal que nunca.
Vuela.
Es exponencial como le gusta decir a
la gente que no debe saber qué es la función exponencial.
Ni mucho menos e a la x CON LO
HERMOSA QUE ES E A LA X.
Sole manda video de Salva que está
por cumplir 9 y ya compuso una canción.
Se escucha a Sole diciendo “Esa
canción que hiciste que me mostraste ¿la querés tocar?”
Y Salva dice “Ok” levantando el
hombrito.
Esos niños me dan esperanza.
LA VIDA PUEDE SER LINDA SI EL MUNDO
SE LLENA DE GENTE ASÍ.
Y siento que ese video va a ser como
esas fotos que circulan por redes de los Arctic cuando eran niños.
Me pasan lo de las trompetas en el
cielo y veo que en twitter están todos flasheando apocalipsis.
El apocalipsis lo vengo sintiendo hace
tiempo, pero igual no creo que las trompetas indiquen nada porque el fin del
mundo es esto que estamos viviendo, no es que van a venir los jinetes o Diana
de V.
El día pasa con una abulia que hace
tiempo no sentía.
Al final es de noche. Comemos.
Me río y una pimienta se me va a la
garganta.
Toso. Fobia. No del Virus. Esto es
otra cosa. De nuevo. Siempre, bah.
Siempre es otra cosa.
“El desamparo es anterior” decía la
loca de mi ex psicóloga.
Ya no sé qué de todo eso que decía era
algo fundamentado o era un invento suyo.
Como cuando me dijo: “Freud decía que
el psicólogo es como la madre que amamanta y da la teta al bebé. La madre puede
tener la mejor leche pero si el bebé no chupa, se muere”
¿Freud dijo eso? Lo chequeé hace poco
con una amiga psicóloga y me dijo que no.
Al final me cae otra imagen.
Yo en la cena familiar un día en los
80’s.
Primero estoy yo atragantándome con
milanesa y ya después soy yo sintiendo que el aire se corta con tijera.
En los 80’s, en los 90’s. Siempre.
Los amo y al mismo tiempo no los
soporto.
No siempre pero bueno, la mayoría del
tiempo.
No a todos, claro, a casi todos.
Me acuerdo cuando mi hermana me decía
“Sos adoptada. No ves que no hay fotos de mamá embarazada de vos” y a mí me
daba tranquilidad pensar que por ahí venía de una familia distinta. MISTERIOSA.
Por ahí hasta tenía otros hermanos. Y eramos 4 ó 5 y ya no tenía que fumarme a
una sola que estaba siempre lista para romperme las pelotas.
Al final cuando se dio cuenta de que
no me molestaba que me dijera eso, me empezó a decir otras cosas.
Igual tampoco cerraba mucho porque estaban
las fotos de la cena de fin de año del 76 y yo con 2 días de vida.
Entonces ahí mi hermana decía “Mirá
que fea que eras, parecías la abuela María” que era nuestra bizabuela de
80ypico.
Vuelvo a sentir la alegría de que la
pandemia haya tocado en el 2020 y no en el 83 o en el 92.