Estamos todos viejos





 Sueño. Estoy en Rosario.

Pago el hotel, bajo y en el kiosco me atiende Soraida, la ex portera de mi edificio que me dice “¿Qué querés comer? yo te preparo” 

Le digo “No no te quiero molestar gracias” 

Me insiste “Pero dale, no me molesta, yo te preparo”

En Rosario me tomo un avión hacia Santiago del Estero.

No me da miedo en ningún momento así que cuento 2 viajes en avión en total, en los que no me da miedo. Vencí el miedo al avión.

En Santiago me está esperando Pichu en una camioneta verde.

Arrancamos el viaje a Las Flores pero sin chequear previamente y yo digo “Quedate tranqui, me fijo en el mapa” pero es un mapa de papel y no traje los anteojos.

Arrancamos y suena en la radio “Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando mi retorno” y por la ventanilla veo gente disfrazada de conejos.

Pichu maneja y le digo “Boluda filmá eso por dios” y Pichu me dice “Pero vas a tener que manejar vos entonces”

Frenamos y miro en la billetera el registro, porque no me puedo acordar si está vencido o no. Pero otra vez no veo porque no tengo los anteojos. 

LA RECONCHA DE LA EDAD.

De repente la gente vestida de conejos se pone a bailar y alguien les revolea cuchillos.

Grito “Bboludaaaaaaaaaaaaa filmemosssssssssss” pero ahí me doy cuenta de que en realidad es el video nuevo de Blink. Del Blink posta. Con Tom.

Ahí pienso en el ex que me odia y les mando un mensaje al chat Culo, mientras todo es un quilombo de gente vestida de conejos, cuchillos, el tango que sigue sonando por la radio, y Pichu que no encuentra la cámara y saca todo lo que tenía en la mochila. Pregunto en Culo si el ex que me odia está contento con la vuelta de Tom a Blink pero

de repente estamos en otra parte. 

Puro campo por donde mires. Ya es de noche. Pichu maneja.

Se ve que me quedé dormida y ahora estamos en este campo. 

Estacionamos y bajamos.

Nos reciben dos pibes. Uno es altísimo y el otro es el hijo de Francella.

“No sabía que era bajo el hijo de Francella” me dice Pichu y yo le digo “No es tan bajo, es que el otro es demasiado alto”

Vamos los cuatro a la cena que parece que es de los suegros de uno de ellos.

No entiendo que hacemos ahí pero hay comida y con Pichu estamos muertas de hambre.

“Boluda nos pasamos, el pueblo anterior era el de tu abuela” me dice Pichu chequeando google maps.

Yo sigo con sueño y le digo a Pichu “Bueno ya fue, me voy a ese colchón, despertame en 20” y agarro una manta que hay ahi pero se acerca el altísimo que estaba con el hijo de Francella y me dice algo que no lo escucho porque mide como 3 metros y el sonido se pierde.

Grito “¿Qué?”

“Que esa manta es de mi novia, es una pésima idea que la agarres”

“Ahhh no sabía, disculpá” le digo y ya pasaron los 20 minutos.

Pichu me dice “Boluda esta fiesta es un embole”

A lo lejos creo que está mi familia en una mesa y me escondo detrás de una columna para que no me vean porque voy a tener que sentarme en la mesa familiar y no quiero.

El hijo de Francella está borracho y el alto que está con él nos dice a Pichu y a mí “¿Puedo ir con ustedes? yo también me estoy escapando”

Pichu le dice “Yo no me estoy escapando de nadie” y yo le digo “Yo sí”

Así que nos vamos los tres al auto.

Cuando subimos veo al hijo de Francella que vomita en dos tandas y grito, porque me da mucho asco ver vomitar.

El alto se ofrece a manejar por el favor que le estamos haciendo y Pichu aprovecha para filmar toda la secuencia del vómito y el resto de la fiesta mientras arrancamos.

Nos agarra el viento porque la camioneta ahora es un descapotable.

“Viste lo de Blink?” dice el alto y Pichu le tira la teoría sobre los músicos.

Yo abro google para buscar las edades de los de Blink porque pienso que deben tener mi edad pero me parece que son un poco más grandes. 

Qué mierda es el paso del tiempo. Estamos todos viejos. 

 

Me despierto