Los Normales - 12. El tema no es el festival, el tema es tu depresión





20 de Mayo 

Pasan 3 semanas en las que hablo mucho con el socio de Humberto por el laburo pero nada con Humberto. Está bien así, no puedo verlo tan seguido porque no podría manejarlo. Hay que enfriarse.

Intento ubicar a Juan Cruz, pero se me escapa. Le escribo 3 veces. Una por semana.

“Paso mañana por tu casa ¿estás?” 

Nada.

“Che boludo ¿querés que pase el sábado? Confirmame si estás” 

Nada.

“¿Bobo estás para que pase mañana? Llevo vino” 

Nada.

Me clava el visto. 

Igual me resbala quedar patológica con él.

 

¿Lo llamo a Roberto?

No. Dije que no. 

No se puede caer más en la de cogerse al ex, sobre todo si el ex es este forro.

Mando mensaje al chat con Vero y Sole: “Boludas ¿qué hago? ¿Lo llamo a Roberto? Me dieron ganas qué se yo”

Vero me responde al toque “No sé, es un tema re personal Fer, qué se yo, por un lado por algo es tu ex, pero por otro uno tiene que ser honesto con lo que le va sucediendo emocionalmente”

Ay Vero jugátela con un consejo directo. 

Sole ni lo vio. La pudrí seguro.

Le mando otro mensaje pero directo a Vero: “Dale boluda ¡¿¡¿¡¿qué carajo hago?!?!?!”

“Ay linda no sé, no sé, qué se yo ¿vos que querés hacer? No sé, no quiero meterme. Pero recordemos que te revisó el celular. No está bueno eso”

 

Le mando mensaje para vernos a Roberto.

 

Terminamos de coger y se acomoda para dormir. 

Quiero que se vaya, necesito aire. 

La cagué cogiendo con Roberto. 

Le estoy dando un mensaje re erróneo. Y encima ahora tengo más ganas de verlo a Humberto.

 

Agarro un libro y veo que Roberto revisa su celular y pone cara de culo.

 “¿Qué te pasa, por qué tenés esa cara?”

Me irrita la cara de culo de Roberto. ME SEPARÉ POR ESA CARA.

“Nada ¿qué cara?”

“Esa cara Roberto tenés cara”

“No mi amor, no tengo cara, no pasa nada”

¡¿MI AMOR?! ¿¿WHAT?? SOY UNA PELOTUDA.

“Dale Roberto ¿qué te pasa?”

“Nada boluda, justo te iba a contar que discutí otra vez con el productor de la película” Ay dios mío este pibe me deprime y necesito des-deprimirme.

Llora. AH NO LO QUE FALTABA.

Habla del festival de no sé dónde llorisqueando, como si fuera importante.

Era obvio que no tenía que llamarlo. No me interesa nada de lo que me está contando. 

ESTÁS DEPRESIVO DE NUEVO ROBERTO LA CONCHA DE TU MADRE. 

Se lo digo, ya fue, necesito cortar esto.

“¿Por qué no vas a terapia y te dejás de joder? Sos TN TODO NEGATIVO boludo. Dejate de joder el tema no es el festival, el tema es tu depresión” 

Ya fue, que se curta.

Llora. “No, terapia no. Me parece que voy a hacer lo que me dijo mi viejo. En Córdoba hay un chamán re groso, capaz me lo presenta y hago lo de la ayahuasca”

“¡Ni se te ocurra hacer lo de la ayahuasca en este estado! ¿Mirá si te da un brote, boludo?”

 

Al pedo lo llamé. Ahora ya estoy preocupada por él. 

 

“No boluda, no pasa nada, vení”

Me agarra para coger y lo saco porque ya me bajó la libido.

Lo sigo escuchando pero con un oído porque en el otro tengo los auriculares y YouTube en un compilado de escenas de Meredith y Mc Dreamy.

Pero Roberto me va interrumpiendo los diálogos con su catarsis. 

Que se siente una mierda, que siente que nadie lo ayuda.

Necesito poner palo santo.

 

Se hace de día y Roberto se levanta para irse. No durmió y va a ir al asado que tiene sin dormir.

Me acuesto.

Me dejó cargadísima, no me voy a poder dormir. 

Es como si con su comportamiento me estuviera obligando a llamar a Humberto. 

Agarro el teléfono y miro el nombre de Humberto en Contactos.

Basta boluda, dejá el teléfono ahí.

Pongo pausa en Greys Anatomy y pongo la tele. 

Canal Europeo. 

Engancho una con mucho drama que ya vi. 

Por suerte la protagonista está muy enferma y al final se muere. Bien, así lloro mucho y sale todo.

 

Paso una hora y media llorando pero la bronca no se me va.

Miro el celular.

Dale boluda, no lo llames. ¿Qué sentido tiene? Cero sentido.

¿Qué vas a solucionar con esto? Nada vas a solucionar, vas a ir, vas a coger, vas a inhibirte, no vas a acabar, vas a volver y la vida va a seguir siendo una mierda igual, o peor porque encima vas a estar frustrada porque no acabaste con Humberto.

 

Me duermo. Sueño con él. En el sueño nos damos un beso en un ascensor y nos hablamos con la mente.

 

Me despierto y agarro el celular:

Le escribo: "¿Cómo andas?" 

Pasa medio segundo y me vibra. 

“¿Cómo va?”

“¿Tas por Caballito?”

Quiero ir a Caballito por media hora y sacarme la bronca. 

“Venite, dale” 

“En media hora estoy por allá”

 

Le miento porque todavía me tengo que bañar, cambiar y tomarme un taxi.

No me importa nada hoy. 

Creo que ni quiero acabar, solo quiero sacarme la mala onda que me dejó el pelotudo de Roberto. Me parece que me ojeó. Lo odio. No lo tengo que llamar más.

Tengo que buscarme un novio urgente. O un garche más o menos fijo. 

Cuando vuelva a casa me pego un papelito en el escritorio que diga ‘No coger con ex novios’ así lo repito como mantra.

 

Me llega mensaje de Humberto: “Ya estoy en la oficina de mi amigo”

 

Seguramente su mujer está en la casa, con el bebé. Dándole la teta. Por eso ahora tenemos que ir al estudio del amigo.

¿Le gustará a Humberto ver a su mujer amamantando al hijo o le bajará la libido?

¿La quiere? Sí boluda la quiere ¿cómo no la va a querer?. 

No quiero pensar más en su mujer pero no dejo de imaginármela desnuda. 

Dando la teta, pero desnuda. En sábanas blancas. Re flaca. Seguro no le quedó ni panza.

¿Humberto será cariñoso con ella? ¿Le dirá chuchi / chuni / pipi? ¿O le dirá por el nombre? ¿Y al hijo lo querrá? 

¿¡COMO NO LO VA A QUERER?! 

Bueno no sé, capaz lo vive con presión, como si fuera una carga. 

Capaz se engancha con el pibe recién cuando tiene 10 años y ya puede jugar al fútbol o tocar el piano, hacer algo útil. 

Capaz fueron re fríos sus padres con él y por eso él es un padre frío.

 

Llego y le mando un mensaje “Estoy abajo”

 

Baja. No nos saludamos. Subimos callados.

Entramos a la oficina del amigo y cierra la puerta con llave.

Me quedo parada con el saco puesto, el bolso, todo.

Dura. Fría. Nada, no hago movimiento. 

Se acerca él, me da un beso en el cuello y de golpe estamos chapando violentamente. Desaforados.

Pasan dos minutos de estar así y me quiere sacar la ropa.

“Estoy ovulando”

Es mentira, pero no quiero coger y no acabar. 

Ni freakearme con que si se rompió el forro y el posible embarazo. ¿Mirá si tengo un hermanito de su reciente hijo? 

 

Me chupa la boca, el cuello y todo el cuerpo.

Pierdo la voluntad.

Veo que se pone forro y en vez de sostener mi mentira le digo “Dos segundos y nada más”

No me responde. 

Cogemos un segundo pero lo saco. 

“Dale boludo, estoy ovulando” 

Luchamos pero al final me impongo.

Pasan 5 minutos de chape violento combinado con mi mano en su pito y de golpe acaba.

 

Qué bajón igual todo esto. ¿Cuándo vamos a salir de este círculo rarísimo con Humberto?

Me chupan un huevo Roberto y Juan Cruz y todos menos Humberto. 

No sé si estoy bien o mal. Siento desazón.

Siento que entre Humberto y yo pasa algo, no sé qué, pero algo pasa.

Tengo el cerebro desordenado. 

No tengo idea de qué es esto que tenemos y ni lo pregunto porque sé que Humberto no va a decirme nada.

 

Se incorpora y se viste en un minuto. Yo estoy muda y agarro la ropa que quedó desparramada. 

Estoy como lenta. No solucioné nada y me parece que me confundí más.

Hoy no hablamos una sola palabra más que mis dos o tres ‘estoy ovulando’

Ni ‘hola’, ni ‘vamos al sillón’ o al piso. Nada. 

 

Estamos callados.

 

De golpe mientras se pone la camisa dice “Lo nuestro es cada vez más freak”

PFFFFFFFF ¿PERDÁAAAAAN?

¿Qué? ¿Cómo? ¿¿¿¿¿QUEEE??????¿LO NUESTRO?

¡¿Humberto piensa que existe un ‘LO NUESTRO’?!

O sea que mientras yo estaba haciéndome esas preguntas su mente me escuchó. 

Esto es telepatía.

No sé si alegrarme o aprovechar y preguntarle qué piensa acerca de LO NUESTRO pero me quedo dura, no tengo reacción.

¿Querés que hablemos? ¿¿Necesitás que definamos ‘lo nuestro’??

 

De golpe sin pensar digo: "Sí, justamente ESO es lo que más me gusta”

Se sonríe y me dice "Sí bueno, pero" 

"Aparte sos muy freak NO TE HAGÁS EL NORMAL"

Se ríe. 

No tengo idea de qué carajo estamos diciendo.

 

“Tengo que salir rajando a otra reunión”

¿OTRA reunión? Lo de recién no fue una reunión, eh. 

Es obvio que se va a ver con la amante número 2. 

Tiene zapatillas de gimnasio, no va a ninguna puta reunión de trabajo.

Va al baño. 

Veo una birome en el suelo, la levanto y me la meto en la cartera.

 

Caminamos hasta la puerta y veo 3 monedas de un peso arriba del recibidor. Las agarro y me las guardo en el bolsillo. 

Salimos.

Me parece que ‘lo nuestro’ me reseteó.

No siento enojo ni depresión.

O sea, él piensa en que tenemos ‘algo’

O sea ¡¿piensa en mí?!

O sea ¿¡estuvo preguntándose acerca de ‘la relación’?!

 

Salimos a la calle. Mira para adelante, no me mira, pero caminamos juntos y frena en donde está estacionado su auto.

Desactiva la alarma y subimos. Arranca.

Quiero tener una conversación normal pero no paro de pensar en LO NUESTRO. Y en que según él, lo nuestro es FREAK.

No hablamos. Mira para adelante y yo para el costado. Cada tanto lo miro y no me mira.

De golpe me dice “Te dejo en la esquina ¿dale? Que tengo que seguir derecho”

“Dale, si si está bien”

Abro la puerta y le digo “Chau”

“Chau querida”